Los niños logran hacer muchos amigos, sin embargo, la mayoría de las veces tienen amigos con vínculos especiales, que saben amar como hermanos e incondicionalmente, y tienen una empatía excepcional. En ciertos casos, incluso pueden dejar ir lo que más aman.
Un claro ejemplo de este tipo de amistad lo brindaron unos niños brasileños que entablaron vínculos inquebrantables a través de una videollamadas.

Nos referimos a dos niños, David y Héctor de 9 y 10 años de Minas Gerais. Sin embargo, David tuvo que trasladarse a Barretos, antigua São Paulo, con la finalidad de ingresar al Hospital de Amor, centro clínico donde lucha su doloroso enfrentamiento contra el cáncer.

David fue diagnosticado con un cáncer extraño y violento en las vértebras, algo que lo condujo a comenzar un procedimiento contra el cáncer en la capital, lo que provoco el distanciamiento entre su mejor amigo Héctor y el.
A pesar de los kilómetros que los separaban, los chicos siguieron en contacto y Héctor se animó a sorprender a su mejor amigo con una llamada telefónica imprevista.

El niño de apenas 9 años se llenó de valor y afeito todo su cabello como acto de solidaridad y empatía hacia su mejor amigo David, a través de una videollamada.
“¡Listo! Ahora estamos iguales… siempre lo hacemos todo juntos”, expreso Héctor, riendo a lo largo de la videollamada.

“¡No, para, para! Apágala. No es necesario”, contesta David en medio del llanto y afligido por el gesto de su mejor amigo.
Una escena verdaderamente conmovedora que provoca en miles de usuarios las lágrimas.

En la videollamada el padre de Héctor, Rafael de Moraes, de 44 años, parece estar rasurando a su hijo. Luego de una petición del niño.
“Vaya, todavía lloro cada minuto que recuerdo la escena, porque hubo un antes y un después. Antes, Héctor me preguntaba por qué Dios no le quitaba la enfermedad a su amigo, después insistió en que le cortaran el pelo […] Es un chico de pocas palabras, pero su pureza de corazón y su amistad siempre ha sido hermosa”, expreso el padre.

De acuerdo con lo dicho por Rafael, Héctor y David son amigos desde que tenían un año y medio. Y todo el tiempo hacían las cosas siempre juntos. El padre está contento con el acto de su pequeño hijo.
“Son amigos desde la edad de 1,6 años. Me siento privilegiado de acompañar su crecimiento, su complicidad, amor, peleas, travesuras. Héctor es un niño especial, con un gran corazón, entrega sus cosas, su dolor por los demás. Estoy muy orgulloso de él”, añadió el señor Moraes.
Luego de su corte de pelo, los niños siguieron divirtiéndose y el pequeño David definitivamente aprecio mucho lo que hizo su mejor amigo, Héctor.
Nosotros los adultos podemos aprender bastante de los niños pequeños, y esta solidaridad de los niños pequeños hace posiblemente una gran lección.