Marina de Auqué es una contadora comprometida con su trabajo, lleva muchos en el oficio y no tiene planes de retirarse. Con 94 años, la originaria de Barranquilla, Colombia representa una nueva forma de ver y tratar a los adultos mayores que quieren o necesitan seguir trabajando.
Cuando las personas llegan a cierta edad en su vida y la sociedad los comienza a considerar viejitos, abuelitos o personas de la tercera edad el futuro es incierto, algunos tienen el apoyo de su familia, pero otros no tienen a nadie que los ayude en su vejez. Mientras unos trabajan toda su vida para hacer planes de retiro o jubilación, otros no tienen tanta suerte y se quedan sin nada. Básicamente, la situación para las personas mayores es una constante incógnita.
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Marina de Auqué tiene 94 años, pero parece que su edad no representa una limitación para ejercer, al contrario, sigue convencida que puede seguir trabajando como contadora.
La historia llegó a las redes sociales para enternecer a los usuarios y motivar a muchas personas más de lo que alguien es capaz para salir adelante. Natalia González, su sobrina nieta compartió una fotografía de Marina contando un poco de su historia.
“Les presento a mi tía abuela Marina, tiene 94 años, todavía trabaja como contadora y nunca se le ha pasado por la cabeza retirarse “, escribió la joven.
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Para demostrar lo mucho que admira y estima, le dedicó unas tiernas palabras que se volvieron populares muy rápido. «Siempre está estudiando, leyendo y su cabello y uñas impecables. Tuvo 5 hijos. Te amo tía, eres de admirar», agregó.
Desgraciadamente, tener un perfil en alguna red social le da el «derecho» a muchas personas de opinar o criticar, varios usuarios comentaron la publicación criticando la decisión de Marina de trabajar a esa edad, alegando que le estaba quitando el lugar a gente joven.
Natalia no se quedó callada y comenzó a relatar el camino de su tía abuela en su carrera como profesionista. «Quiero aclarar que ella si existe, es real y se llama Marina de Auqué, tiene 94 años es de Barranquilla, Colombia, y es la mujer más empoderada que conozco».
Aunque acusaron a Marina de quitarle empleo a otras personas más jóvenes que también quieren ganar experiencia en el campo profesional, Natalia compartió que a su edad y tras muchos sacrificios, Marina ya tiene su propia empresa de asesoría, donde genera puestos de trabajo.
«Mi tía Marina, fue la primera mujer revisora fiscal de Colombia y una de las primeras contadoras, es de esas personas honestas, que te va diciendo la verdad en la cara así no te guste, por eso sus clientes confían en ella y todavía le consultan”.