Cuando las parejas están tan desesperadas por tener un hijo, la anticipación de un hijo siempre trae mucha alegría, tensión y emoción, al menos eso es lo que pensaban Francis y Alette Chibangu, esperando ansiosamente su tercer hijo algún día. Los niños conocerán el mundo.
Sin embargo, cuando llegó el gran día y el médico sorprendido sostuvo al bebé en brazos de su madre, todos quedaron atónitos porque tenía el cabello rubio y la piel clara. El médico aclaró a la pareja que el niño no era albino, por lo que Francis admitió que si cuestionaba cómo el niño podía ser suyo.
La familia es del Congo, pero ha vivido en el Reino Unido durante muchos años y ya tiene dos hijos, pero está esperando un tercero. Los niños son muy parecidos a sus padres, especialmente físicamente. La familia espera ansiosamente a su próximo nuevo miembro, Daniel, pero cuando llega el gran día, todos miran al bebé sin palabras y conmocionados.
” No podía decir palabra alguna, lo mismo que pensaba yo lo pensaban los médicos pues no dejaban de mirarse, además quedaron en shock al igual que todos los presentes”, dice Francis.
” Y aunque me lo pregunté, en mi interior tenía la certeza de que era mío, amaba a mi esposa por sobre todas las cosas y jamás había dudado de ella, no había razón para hacerlo ahora, la miré y entonces ella me sonrió, entonces todo tuvo sentido, aunque su color continuaba siendo una gran sorpresa para mí”, continuó Francis.
“Era claro lo que pensaban, que el bebé no era mío, pero claro que lo era, enfermeras y médicos estaban pálidos, no sabían ni que decir, pero yo si sabía qué hacer, me acerqué a él y le di un beso en la frente, entonces miré que tenía la nariz y los labios de mi esposa, se veía tal como nosotros, aunque aún no encontraba explicación para el color de su piel, él era nuestro milagro, nuestro regalo y lo amábamos, era perfecto”, comentó Francis.
“Incluso yo quedé en shock al mirar el color de su piel, si yo me encontraba confundida era obvio que mi esposo, los médicos y las enfermeras compartieran el mismo sentir. Todos nos preguntábamos porque había tenido un bebé blanco”, dijo Arlette de 25 años de edad.
Sin embargo, una madre no hace distinción y Arlette ya lo amaba desde mucho antes de tenerlo en sus brazos, estaba feliz de por fin poder cargarlo.
“Como era de esperarse lo único que me preocupaba era su bienestar”, concluyó Arlette.
Francis confiesa que hay quienes le han hecho el comentario de que su esposa lo engañó con alguien más, pero él confía en ella ciegamente.
Si el bebé no era albino debía existir razón lógica para el color de su piel y resultó que la bis-bis-bisabuela de Arlette, tuvo un hijo piel blanca, sin embargo, habían pasado seis generaciones así que no daban mucho crédito a ello, han decidido dejar de investigar y pensar, simplemente amar a su familia y ser felices.
“Seguramente muchos piensan que mi esposa fue infiel o que quizás hemos robado al niño ya que no es común que una pareja negra tenga a un niño con la piel blanca, sin embargo, el color no es importante para nosotros, el que esté sano y con nosotros, si lo es”, concluyó Francis.
Nosotros apoyamos totalmente el pensamiento de Francis y es que, sin importar el color de nuestra piel, todos pertenecemos a la misma ¨raza¨ y eso nos convierte en familia. No hay más.