La resurrección de Jesús es la acción mediante la cual se cree que Jesús de Nazaret o Jesucristo vuelve a la vida de entre los muertos, tres días después de tras haber sido crucificado y sepultado. Se trata de la creencia fundamental de los cristianos a partir de la cual se propagó esta confesión religiosa.
Incluye también la convicción de que, tras la resurrección, Jesús asciende en cuerpo y alma a la presencia del Padre y desde allí reina sobre todo lo creado. A esta última creencia se le conoce con el nombre de Ascensión del Señor.
Para los creyentes, la resurrección confirma el origen divino de Jesús, pues en el marco del pensamiento religioso, resucitar en un poder atribuido exclusivamente a Dios. Así, el acto de la resurrección de Jesús es prueba de su naturaleza divina y es, al mismo tiempo, promesa y esperanza para todos los cristianos.
Este acontecimiento es el fundamento de la celebración de la pascua y la sagrada comunión o eucaristía, en la cual se recuerda el memorial de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. La centralidad de la resurrección en el pensamiento cristiano le dio su nombre actual al día domingo en las lenguas latinas. Domingo quiere decir, así, día del Señor.
Además, la resurrección de Jesús se celebra solemnemente todos los años en la Semana Santa. Es el punto culminante o álgido de la Pascua, y se recuerda a través de dos rituales complementarios: las misas de «Sábado de Gloria» (a la media noche del sábado al domingo) y «Domingo de Resurrección» (a plena luz del día).
Fuentes bíblicas
La creencia en la resurrección está fundamentada tanto en las profecías del Antiguo Testamento como en los relatos y testimonios del Nuevo Testamento, principalmente en los evangelios canónicos y en el libro de los Hechos de los Apóstoles, escrito por el evangelista Lucas.
De acuerdo con los evangelios, Jesús fue crucificado en un día viernes, inmediatamente después de la celebración de la pascua judía. Ante la proximidad del sabath, día de descanso obligatorio para los judíos, fue sepultado inmediatamente por José de Arimatea, un discípulo secreto de Jesús.
Al día siguiente del sabath, la piedra del sepulcro había sido removida y el cuerpo de Jesús no se encontraba. Quienes acudieron recibieron el anuncio de un ángel.
Los evangelios difieren en la representación exacta de los hechos. Dos de ellos (Marcos y Juan) coinciden en que María Magdalena fue la primera en recibir el anuncio de la resurrección, testimonio que los apóstoles no creyeron. Los otros dos (Mateo y Lucas) afirman que tanto la Magdalena como María la madre de Jesús estaban presentes. además, Lucas añade el pasaje del camino de Emaús, en el que Jesús se revela a dos discípulos, quienes lo reconocen al partir el pan.
Los hechos se encuentran narrados en los siguiente pasajes:
- Marcos, cap. 16.
- Mateo, cap. 28.
- Lucas, cap. 24.
- Juan, cap. 20.
Será en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el que el evangelista Lucas cuente los sucesos posteriores a la resurrección, que hicieron posible que los apóstoles tomaran por ciertos los testimonios de María y María la magdalena.
De acuerdo con Lucas, después de su resurrección, Jesús se apareció a los apóstoles varias veces, dando fe de lo ocurrido. De acuerdo con el relato, Jesús estuvo compartiendo con los apóstoles en el cenáculo por un lapso de 40 días, donde dio toda clase de señales prodigiosas. Los encuentros entre Jesús y los apóstoles están narrados en el capítulo 1 del libro de los Hechos.